Introducción
Las altas temperaturas son uno de los temas más comentados esta semana, por la ola de calor que afectará desde este miércoles a la zona centro sur del país. En algunas zonas como la región Metropolitana, por ejemplo, los termómetros se acercarán a los 40°. Uno de los problemas más conocidos por el aumento de la temperatura, es la deshidratación, sin embargo, no muchos saben que también puede provocar problemas digestivos.
El impacto de las altas temperaturas en la salud digestiva
Especialistas señalan que hay una directa relación entre la salud digestiva y las temperaturas, por lo que es importante el cuidado intestinal durante temporadas de altas temperaturas, como por ejemplo esta semana. La temperatura corporal oscila entre los 36,5°C y 37,5 °C. Cuando ocurre la digestión de los alimentos en el tracto digestivo, se produce calor por el proceso de fermentación que ejecuta la microbiota intestinal.
Ahora, el problema viene cuando la persona se expone a altas temperaturas, lo que produce que se redirija el flujo sanguíneo principalmente a la piel para expulsar el calor y mantener la temperatura del cuerpo, lo que hace que se dejen de lado los procesos digestivos. Esto puede provocar una serie de enfermedades y problemas al estómago.
Catalina Garrido, ingeniera en Biotecnología de NUP! Chile, señaló que “Esta redirección del flujo sanguíneo afecta al tracto gastrointestinal, disminuye la capacidad de digestión y aparecen síntomas como el estreñimiento, la diarrea, las náuseas y la acidez”. La ingeniera agrega que a lo anterior se suma la deshidratación y proliferación de bacterias (malas) gastrointestinales que se favorecen de las altas temperaturas, tanto en el intestino como en alimentos frescos, aguas no tratadas y la naturaleza.
Medidas para prevenir problemas gastrointestinales
Con el aumento de la temperatura, también incrementan las infecciones gastrointestinales bacterianas, por lo que se debe cuidar la flora interna. Para ello, los probióticos son una buena opción, ya que ayudan a evitar el incremento de las bacterias que, cuando aumentan, causan enfermedades o molestias.
Catalina Garrido entrega algunas claves para fomentar las “bacterias beneficiosas”, para mantener una buena flora intestinal durante las altas temperaturas. Estas son: temperatura, pH y nutrientes. “Mantener el equilibrio corporal, consumir probióticos reguladores de pH y garantizar la ingesta de fibra son claves para un tracto digestivo saludable”. Una dieta que puede funcionar de manera saludable en el verano, propone Garrido, es comer abundantes verduras y frutas, especialmente aquellas hortalizas verdes ricas en fibra, además de un alto consumo de agua. Lo otro es que reducir la ingesta calórica y de proteínas ayuda a facilitar la digestión en los días calurosos. Entre las bacterias recomendadas están las de los grupos de lactobacillus y bacillus, ya que ayudan a controlar patógenos intestinales. La ingesta de fibra prebiótica estimula su crecimiento y actividad.