La valiente fuga de las hockistas cubanas
Yunia Milanés, Lizmary González y Geidy Morales son parte del grupo de hockistas cubanas que se fugaron de la Villa Panamericana para evitar volver a la isla. En entrevista con T13, las deportistas dieron detalles de su plan para escaparse, apuntando que dado que no tenían una tarjeta BIP, no podían huir a través del Metro. «Pasamos susto. Estando paradas fuera de la Villa, salió un profesor de nosotras, y nos tuvimos que esconder», detalló Milanés sobre su fuga.
Una decisión premeditada
Junto con ello, las hockistas cubanas dejaron ver que su intención de fugarse para no retornar a su país la habían ideado incluso antes de llegar a los Juegos Panamericanos y recalcaron que no sabían que otras tres compañeras tomarían una decisión similar. Sobre su fuga, precisaron que ésta fue concretada el pasado sábado y tenían un lapso de 20 minutos para poder abandonar a su delegación en la Villa Panamericana. En caso de no concretarla en dicho momento, también barajaron escapar desde el propio aeropuerto de Santiago.
Condiciones difíciles en Cuba
Yunia Milanés explicó las condiciones que enfrentaban a nivel personal y como deportistas en Cuba. «Solo podíamos ver a la familia dos veces al año, si era urgente, uno puede pedir permiso para verlos, pero así por decisión propia, no se podía. Y estábamos entrenando sin zapatos, sin implementos, sin protectores. Tuvimos que esperar una donación, y esperar que el país lo aprobara», sostuvo. Milanés apuntó que una de las motivaciones para escaparse fue que su pareja, el también hockista Lázaro Tolón hizo lo propio, pero en mayo pasado.
La liberación y la esperanza
«No tengo libertad en el futuro, en el deporte, libertad en el aspecto personal. Muchas (razones) me hicieron tomar esa decisión. Recién nos sentimos libres», sentenció Milanés.