¡Descubre por qué las buenas noticias son malas noticias!

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Introducción

En el complejo escenario mundial que nos encontramos, -de economía “post-covid”, presiones inflacionarias y guerras entre países- llaman la atención diversos elementos macroeconómicos que parecieran carecer de lógica, pues, a medida que la economía se va ajustando para sobrellevar períodos de grandes “shocks”, esta suele causar “revuelos” en los indicadores complicando la vida de los millones de analistas que intentan predecir hacia dónde irá el mercado.

Entre estos, resulta de vital importancia comprender la tríada “Inflación, Tasa de Política Monetaria y Crecimiento económico”, que explican, por ejemplo, por qué hoy en día un aumento del empleo en EEUU es considerado una mala noticia.

El papel del Banco Central

En primer lugar, es necesario tener presente que la principal función de cualquier Banco Central técnico es hacer converger la inflación a su meta de largo plazo, la cual es de un 3% para el caso de Chile y un 2% para el caso de EEUU. Ahora, la principal herramienta que posee para esto corresponde a la tasa de política monetaria (TPM), que es la tasa anual a la cual los bancos comerciales pueden pedir prestado de un día para otro con el objetivo de cumplir con sus requerimientos de liquidez.

Fuera de este tecnicismo, lo importante es entender que la TPM va a determinar las tasas que los bancos van a fijar a las empresas y a las personas, tanto para invertir como para endeudarse. De esta manera, si el banco central baja la TPM, los bancos comerciales van a bajar sus tasas para endeudarse (es más barato pedir dinero) e invertir (gano menos dinero si invierto en instrumentos de renta fija) lo cual va a generar un estímulo de la economía, pues, los incentivos de las personas y empresas estarán en no “guardar la plata” y utilizarla, por lo que aumentará el dinero en circulación, habrá más consumo y se realizarán más proyectos de inversión.

El “lado B” de esto, que a priori es bueno puesto que aumenta el producto (fuertemente correlacionado con la satisfacción de vida), es el tercer elemento del tridente, correspondiente a la inflación. Pues, al caer la TPM, como dijimos, incrementa rápidamente el dinero en circulación y la demanda sobre los bienes y servicios, no obstante, la oferta de estos bienes y servicios no es capaz de aumentar con la misma rapidez, razón por la cual suben los precios.

El impacto del empleo en la inflación

Todo lo anterior funciona de igual manera para el lado contrario: si la TPM sube, los incentivos estarán en “guardar la plata” y habrá menos dinero en circulación, consumo e inversión, lo que generará que los precios aumenten menos. Así, en un escenario de inflación alta, cualquier indicio de aumento de la actividad económica, como el de EEUU, puede ser visto como algo negativo, dado que podría generar presión sobre los precios, agravando la inflación.

Si más gente trabaja, más dinero habrá “en las manos” de las personas, mayor movimiento tendrá la economía y, por lo tanto, una mayor presión habrá sobre los precios, lo cual generará inflación y, como consecuencia, un aumento de la TPM por parte del Banco Central para controlarla, lo que, como vimos, llevará a una caída del producto y, en consecuencia, de la satisfacción de vida.

Conclusión

Ante la complejidad económica global, es fundamental formarse en estos temas para poder analizar de mejor manera el mundo que nos rodea, ser más críticos respecto a lo que leemos y tener presente que no todo es lo que parece: por ejemplo, sería difícil explicar por qué un aumento del desempleo incrementa la satisfacción de vida en el largo plazo.

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